Estamos en septiembre, un mes lleno de energía para el cambio, de aires renovados con los que plantearnos nuevos objetivos.
Puede que tengas un objetivo, cómo solucionar una emoción que te acompaña hace tiempo, aprender una nueva habilidad o sustituir un mal hábito por otro mejor para ti. Sea lo que sea lo que quieras cambiar en tu vida, de nada vale que ese cambio dure unas semanas.
«Cambiar es fácil, lo difícil por lo general es mantener ese cambio y convertirlo en un hábito»Clic para tuitear
Necesitas aprender a lograr que esos cambios en tu vida sean duraderos.
Por eso, lo primero que necesitas es prestarle atención a tu parte más consciente. Si de verdad quieres conseguir ese cambio en tu vida, necesitas plantearte algunas cuestiones como para qué realmente quieres conseguir ese objetivo o qué es lo que te motiva para comprometerte a lograrlo.
Para que lo entiendas, te pongo un ejemplo. Imagina que tu objetivo es dejar de una vez por todas ese trabajo que tanto tiempo llevas queriendo dejar para emprender un proyecto que llene tus días de luz, algo que te apasione y te llene de ilusión. Pues bien, si este fuera tu caso, lo primero que tendrías que tener claro es la verdadera razón que te mueve para querer esto.
Aunque en un principio puedan llegar a tu mente respuestas como “porque con ese empleo no me siento realizado personalmente” o “porque quiero ganar más dinero”, mira más adentro todavía. Necesitas encontrar aquello que te haga tomar responsabilidad de tus decisiones y acciones de manera coherente, porque sin coherencia, los cambios no serán nunca duraderos.
Lo mismo ocurre si, poniendo otro ejemplo, quisieras empezar un plan para perder algunos kilos de más. ¿Qué es lo que realmente hay detrás de ese deseo? Si nada más encuentras respuestas superficiales como la de conseguir que personas del exterior te vean mejor, probablemente termines comiendo mal de nuevo en un par de meses o incluso días. Sin embargo, si encuentras un motivo más emotivo, como mejorar tu salud para sentirte con más energía y agilidad para poder jugar con tus hijos, puede que la alimentación saludable se convierta en tu estilo de vida para siempre.
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Y aquí viene lo más interesante de los cambios duraderos:
El subconsciente controla entre el 95 y 99% de nuestras acciones diarias según los neurocientíficos.
Cambia tu mentalidad para que los cambios sean duraderos
Teniendo en cuenta que más del 90% de nuestras acciones las controla el subconsciente, puede que esta parte consciente que te invitaba a descubrir sobre la verdadera razón para cambiar te parezca poco útil. Puedes pensar que un 10% (como mucho) tiene poca o muy poca influencia sobre nuestras acciones cotidianas.
Sin embargo, esto no es del todo cierto. Lo que sí es cierto es que todo lo que nos rodea se originó en un pensamiento. Tus hábitos diarios son pensamientos automáticos a los que no prestas atención, muchos de ellos herencias que te limitan a la hora de tomar nuevas decisiones.
Las creencias e ideas con las que tú resuenas, esas que jamás pones en duda porque son tu propia verdad, van a determinar si el cambio que realices sea consistente y duradero… o no. Por esto mismo, para que cualquier cosa nueva que intentes perdure en el tiempo, necesitas hacer un cambio en tu mentalidad. Es decir, necesitas hacer una limpieza mental, y reprogramar tu mente.
Porque las creencias que habitan en tu subconsciente están tomando decisiones por ti, sin tenerte en cuenta. Lo están haciendo ahora, lo hicieron hace un rato y lo harán un poco más tarde. Recuerda que el subconsciente determina más del 90% (hoy día la neurociencia apunta a un 99%) de las acciones diarias, creando tu propio mundo y tu propia realidad ¡totalmente subjetivo!
Estas creencias limitantes las interiorizamos desde pequeños a través de la educación que nos dieron, nuestras experiencias interactuando con otras personas, pero también de nuestros antepasados. De ellos heredamos emociones que están impregnadas en nuestro ADN y que ni siquiera conocemos.
Todo este sistema inconsciente es el que te interpone entre tú y los cambios duraderos. Por eso te cuesta conseguir que los cambios perduren en tu vida y empiecen a formar parte de tu estilo de vida: porque las creencias limitantes se activan y se ponen en tu contra.
¿Qué puedes hacer para que esto no ocurra? Sencillamente, cambiar tu mentalidad.
O dicho de otra manera, necesitas hacer un cambio interior. Saber identificar esos pensamientos y sustituirlos por otros de manera consciente, sería una buena forma de comenzar.
«Para ver un cambio en lo visible, necesitas transformar lo invisible»Clic para tuitear
Puede que esto no te parezca fácil, y efectivamente no digo que lo sea. Pero es justo en este punto donde entra en acción esa primera parte consciente que te comentaba al principio del artículo. Porque teniendo bien clara la verdadera razón que te mueve al cambio, todo el proceso resultará mucho más sencillo.
Y si vas un nivel más allá y decides con la máxima determinación cambiar algo en ti, te aseguro que lo vas a conseguir y que lo que necesites para ello (aunque sean cambios inconscientes) se presentará en tu camino de manera sincrónica.
“Cuando no decides lo que de verdad deseas, tu inconsciente y el colectivo eligen por ti.”
Así que comienza prestándole atención a tus pensamientos. Hazte consciente de lo que pasa por tu cabeza en cada momento. Eso te ayudará a saber lo que te mueve realmente en cada instante. Todo se gesta en tu mente.
Identificar la raíz de un pensamiento te ayudará a liberarte de él, pero no es imprescindible encontrarla.
Por ejemplo, si te das cuenta de que tienes un pensamiento como “tengo que controlarlo todo” y ese pensamiento te hace sufrir porque obviamente no puedes controlarlo todo (si es que puedes controlar algo).
Si vas más allá de tu pensamiento, y te permites sentir la emoción en tu cuerpo, ésta te dará más información sobre el pensamiento o creencia.
“Cuando no decides lo que de verdad deseas, tu inconsciente y el colectivo eligen por ti.”Clic para tuitear
Te pongo un ejemplo:
Una mujer en una de las formaciones que imparto, sentía mucha necesidad de controlarlo todo en casa, de una manera muy estricta y entraba en estrés de una manera desproporcionada si algo no estaba en su lugar o si sus hijos o pareja no se comportaban como ella quería.
En su infancia había vivido una situación impactante cuando su padre murió, y en el ejercicio que hicimos pudo expresar el sentimiento de impotencia, por no poder hacer algo y controlar esa situación y que su padre no falleciese.
Esa emoción no expresada se convirtió en una manía controladora excesiva, que además de desagradar a las personas cercanas, le hacía sufrir continuamente a ella.
Por eso si eres capaz de identificar el pensamiento base, podrás ponerlo en duda (¿es real ahora o es algo que sucedió y fue real en algún momento de mi pasado?), y de ese modo podrás modificarlo de manera consciente y por lo tanto la emoción asociada cambiará.
Byron Katie tiene un método precioso y super efectivo para esto, del cual te hablaré en otros artículos.
Por ejemplo, puedes sustituir un pensamiento-creencia como: “soy un desastre y no puedo hacer nada bien” por “puedo hacer cosas maravillosas e increíbles”.
Cuando sustituyes estas creencias, automáticamente cambias tus acciones. Comienzas a actuar de una manera distinta y tus decisiones comienzan a jugar a tu favor.
¿Y qué ocurre entonces? Ocurre la magia.
Tu realidad cambia por completo, porque tu percepción es diferente y entonces los cambios son realmente transcendentales.
No te olvides que la base de todo esto se encuentra en la autoindagación.Tómate el tiempo y la dedicación que necesites para estar atento a ti, escucharte y comprenderte. Tal vez encuentres muchos viejos patrones de los que tienes que desprenderte antes de continuar el viaje y cambiar tu destino.
«Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino». ProverbioClic para tuitear
Deseo que este nuevo comienzo te traiga cambios positivos que perduren en tu vida y te acerquen al lugar que siempre has querido para ti.
Cuéntame en los comentarios cuáles son los cambios que vas a hacer en tu vida y recuerda que si conoces a alguien que esté empezando su proceso de cambio, puedes compartirle este artículo para que consiga que su cambio sea duradero.
Si éste artículo te ha sido útil, ayúdame a compartirlo.Gracias.
3 respuestas
Buenos días Saúl, me ha gustado mucho este tema, bueno, realmente todo esto me apasiona, pero sí, considero que es muy real y que debemos transformar nuestro primer pensamiento para luego transformar nuestras vidas, también creo mucho en la Ley de la Atracción, estoy trabajando en ello, gracias por estar ahí para nosotros, todo lo bueno para ti, tu familia y los seguidores.
Hola Saúl, lo que a mí me sucede es que tengo la necesidad de agradar a los demás y es una situación que me hace sufrir mucho. Porque en definitiva hago cosas que no quiero para que los demás no piensen «mal» de mí. Por ej: si una persona no me habla o no actúa de cierta manera ya me siento mal y pienso que habré hecho para que se comporte de esa forma. Deseo sanar esta situación en mi vida. Podrías ayudarme con algunas palabras. Gracias!
el artículo en sí como todos es genial, cosas de sabios…
pero, yo tengo dos situaciones que se me repiten mucho: 1- cuando hablo(sobre todo en un marco cercano o familiar) no se oye o no se entiende lo que digo y cuando repito o intento aclarar se pone peor y luego quedo mal(mi sentir) por unos días. 2- Cuando estoy a punto de un logro o éxito, pufff se disuelve, se aplaza o ya no es.
me queda claro que el pollo del arroz con pollo soy yo, (como se dice acá)he pensado mucho en que el asunto tiene que ver con la comunicación, con la palabra, en el tono, la forma, algo así.. pero no me sé controlar es como si me controlaran a mi. también pienso que cuando hablas con alguien predispuesto, no hay nada que aclarar y quizás por eso viene el resto, pero siento hay algo más.