Mi árbol, mi brújula de autoconocimiento y sanación

Antes de subir a la tarima para fundirnos entre las riquezas del autoconocimiento y la sanación, permíteme agradecer al dueño de la casa.Gracias Saúl, tantas veces busqué respuestas entre tus artículos, mucho antes de soñar con pasar por aquí con mis letras… Después me relacioné con tu proyecto desde la total admiración y respeto, eres un referente en la materia.Escribir este artículo es un gran un honor para mí, y agradezco profundamente tu confianza.

100 años de hechizo: Las casualidades no existen y algunas se repiten.

Cuando en el colegio mencionaba que mi bisabuela aún estaba viva mis amiguitos reaccionaban con sorpresa, pocos habían conocido a sus bisabuelos, y yo tuve la mía hasta que ingresé al segundo año de universidad.Claro, mi bisabuela tenía 15 cuando mi abuela nació, mi abuela tenía 14 cuando mi tía mayor nació, mi madre tenía 20 cuando yo nací y yo tenía 21 cuando mi hija mayor nació.Hasta cuatro generaciones coincidieron en una curva de la vida.Pero, ¿por qué si tener un hijo a tan temprana edad dolía tanto, en el alma, a las mujeres de mi familia, no nos detuvimos?Aunque no fueron precisamente las maternidades familiares las que me lanzaron a las redes del autoconocimiento, no de una forma consciente. Sí lo hicieron emociones y situaciones derivadas de mi historia, de mi árbol.¿Quieres saber lo que descubrí cuando la consciencia tocó mi vida?… Sígueme.​

Padres ausentes

Amo a mi padre, mi madre amó al suyo, mi abuela amó al suyo… a mi bisabuela nunca le pregunté si lo había amado, pero sé que no vivió con él.Aunque las cuatro crecimos de muy distinta forma, y también nos relacionamos de muy distinta manera con nuestros padres, esa emoción de amar a alguien y tenerlo lejos se conservó en nuestra historia.De ahí, me atrevo a decir que desarrollamos esa habilidad para enterrar emociones, para que nuestro dolor pasara desapercibido frente al mundo que nos rodeaba.  Claro, eran emociones incómodas que no comprendíamos y para qué cargar con más preocupaciones a las madres solteras.Así que nos encargamos de ser y estar bien, y de fingir que eso que nos pasaba por dentro no estaba pasando en realidad.Ignorar las propias emociones y necesidades es una habilidad que se aprende, se desarrolla, y nosotras éramos expertas.​

El teléfono roto que la comunicadora reparóDe esto no se hablaba, de las emociones no se hablaba, de los traumas de la infancia no se hablaba, simplemente era así.Nuestro sistema de comunicación estaba roto.No se hablaba del dolor, aprendimos a comernos las emociones desde pequeñas.Pero la vida tenía una misión para mí, y hoy lo digo sin vergüenza.Existen profesiones que reparan, y yo soy la comunicadora social que reparó el teléfono roto de las Estupiñán. Aunque durante los cinco años de carrera no me hablaron de árboles, dones, y menos de sanaciones místicas, descubrí lo cercana que podía ser a mi familia, a mis heroínas.Descubrí, como buena periodista, que tenía la capacidad de llegar al fondo de los asuntos, no me daba vergüenza preguntar por las intimidades o traumas, y así aprendí a escuchar e interesarme por las historias que nos hacían, aunque doliera, tan maravillosas.(Si quieres descubrir cómo tu profesión sana a tu clan, Saúl te ayuda con su artículo Propósito de vida e historia familiar)Fueron casi 100 años de hechizo, en el que la historia se repitió y deslizó por las ramas de nuestro árbol.Y comencé a tejer mi historia, a recorrer esas ramas para darme cuenta de las oportunidades que la vida, generación tras generación, tan sabiamente venía sanando.

[bctt tweet=»Sé tú el cambio que deseas ver en el mundo. #MahatmaGanchi.» username=»Saulperez82″]

Parada de autoconocimiento

Bien decía Mahatma Gandhi“Sé tú el cambio que deseas ver en el mundo”Mi fiebre de autoconocimiento abrió un portón y contagió a las mujeres de mi familia.Las niñas heridas comenzaron a salir de entre las sombras.Entre más me conocía y compartía mis hallazgos, más coincidencias encontrábamos.

Había una vez una niña que:Se sentía una cargaNo se sentía amadaNo se sentía valoradaNo se sentía merecedoraSe sentía solaSe sentía diferenteCasi no veía a papáCasi no hablaba con mamáPero no era consciente de ese tsunami que llevaba por dentro, que le revolcaba el alma.Inconsciente salió a la vida, queriendo encontrar sus pedazos rotos. Y pronto se encontró con la panza llenita de amor, de esos que después de nueve meses pesan casi tres mil gramos.​

Las Estupiñán éramos la misma niña.

Esta es mi parada de autoconocimiento, y a la luz de la consciencia yo podía virar mi barca.¿Qué queríamos?¿Por qué nos estábamos apresurando?¿Por qué repetíamos la historia?Todas queríamos ser la persona más importante para alguien.Todas queríamos una familia tradicional (Imagen vendida por la sociedad).Todas buscábamos amar, ser amadas, ser aceptadas y… Pertenecer a un clan.Y en esa búsqueda exterior perpetuamos el hechizo.​¡Alto!Aquí hay algo más por sanar:Las memorias de abandonoLas memorias de sufrimiento y soledadEl canal de comunicaciónEl círculo hija abandonada – madre culpable que  – todas estábamos repitiendo¿Y cómo se sana eso?¡Ya no queremos sufrir más!

Parada de aceptación, agradecimiento y reparación

Sólo puedo explicarte esto desde mi inquieto corazón espiritual.Y yo era una Estupiñán, de padres separados, con el corazón roto a los 20 años y madre soltera a los 21.Y la vida continúa, y te sientes incómoda en tu propia piel.Intentas recoger los pedazos rotos y no comprendes nada, es más, te peleas con la vida y con la misma existencia.Y como no comprendes, pues sigues en el sueño, los espejos no dejan de aparecer en tu realidad.Y llega la información, la situación, que brevemente te invita a girar la mirada.Y te descubres ahí, desnudaNo has tomado un momento de tu vida para observar el ser maravilloso en el que te has convertido y el camino que has recorrido.Hubo algo en lo que todas las Estupiñán coincidimos, absolutamente todas quisimos hacerlo mejor que la generación anterior, y lo logramos.Agradezco profundamente el esfuerzo de todos esos ovarios que nos sacamos adelante.​Acepto mi clan, y lo reconozco perfecto para mi proceso de crecimiento espiritual y sanación.El Universo no se equivoca con esas cosas.

“Encomendadlo a Dios, Sancho […], que todo se hará bien, y quizá mejor de lo que vos pensáis, que no se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios” Cervantes, Miguel.Don Quijote de la Mancha. Segunda Parte. Capítulo III.

Sé que mi paso por el mundo tiene un propósito, y es lograr ser feliz sin importar lo que pase fuera de mí, es hacer de mi felicidad algo sagrado e imperturbable.Sólo yo puedo hacer eso por mí.Y para lograrlo se han generado heridas, he heredado otras, pero toda son perfectas. Y las miro con total amor y respeto, porque sé que he venido a vivir esas experiencias.Desde esa aceptación y comprensión he podido comenzar a reparar, y para empezar liberé a mis padres de la obligación de hacerme feliz, en un genuino acto de amor nuestras almas se reconciliaron.

No sé si era un plan del universo, pero tengo la fortuna de sanar con ellos, quienes me han acompañado constantemente en el camino, abrazando a la niña herida, permitiendo que se exprese. Comparto con mis chicas, las Estupiñán, todos mis descubrimientos. Es mágico ver esa transformación, es hermoso ver ese canal de comunicación reparado y siendo útil a cuatro generaciones que tienen la fortuna de relacionarse hoy en el mismo plano.He visto como la energía se materializa, como el cambio que empezó conmigo se extendió hasta ellas, y sanamos.Y mi hija, no puedo asegurar que su historia será diferente, apenas tienes 12 años.Sólo sé que confió en mí, me eligió para ser su madre e intento acompañarla desde la consciencia, sabiendo que muchas de sus heridas, que ya saltan a la vista, vienen desde que era un suspiro en mi panza, resultado del vínculo madre – hija que compartimos desde ese momento.

La comprendo, la acepto, ya no hay culpa, nos sanamos y seguimos sanando al clan.Hace poco me preguntaba si cada una de las mujeres de nuestra familia estaba sanando una parte del linaje, pues aunque en esencia la historia se repetía, cada generación lo asumía de una forma y daba nuevas oportunidades a la generación venidera.Espero en algunos años escribir en detalle sobre eso, pero por ahora te dejo con lo que mi comprensión me permite ver, y que considero tiene todo el sentido:

  • Mi abuela fue separada de sus padres desde bebé. Aunque era una campesina muy pobre, no tuvo estudios, lo más importante para ella respecto a sus cinco hijos era que no los separaran y generar suficientes recursos para mantenerlos. Se dedicó a ellos y los sacó adelante como madre soltera.
  • Mi abuelo se fue de casa cuando mi madre tenía 7 años. Creció con algunas limitaciones económicas. Para ella lo más importante era que yo tuviera todas las comodidades, la mejor educación, y muchos zapatos (como no tuvo zapatos nuevos de niña, para ella esto era importante)​
  • Mis padres se separaron cuando yo tenía dos años. Aunque nunca me faltó nada, crecí sintiéndome muy sola, pues mi madre trabajaba mucho y sólo veía a mi padre os fines de semana. Para mí lo más importante es forjar una relación cercana con mis hijas, que sientan que siempre estaré ahí para ellas.

Fue este análisis el que me permitió ver que generación tras generación mi clan iba sanando y evolucionando, las preocupaciones que mi abuela tenía no son en absoluto las mías.

“Siento como si eso que a ella le preocupaba ya estuviera sanado en mí o ya me hubiese sido dado”

Aún así, nuestro recorrido continúa, y estoy orgullosa del camino que hemos trazado hasta aquí.Espero contarte en el futuro como la sanación sigue completándose.​

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Caja de herramientas

Esta es mi parte favorita, los “¡cómo se hace!”Y existen tantas formas como seres humanos en el mundo, así que no te preocupes, no hay una técnica única avalada y sellada por el Universo.Confía, estoy segura que pondrá a tu alcance la herramienta correcta y perfecta para ti.Bien, te presentaré las herramientas que me ayudaron a soltar el nudo. En este punto quiero insistir en algo

“El autoconocimiento y el despertar de consciencia es un proceso, hónralo con tu amor y paciencia”

Aunque mi proceso comenzó en medio de una crisis laboral, un momento de mi vida en el que me sentía insuficiente y devastada a pesar de tener todo lo que la sociedad decía quedebía tener, mi sanación no se quedó ahí, entre más iba sanando más me comprendía y más hondo cavaba.Años atrás, la intención que tenía con las herramientas que te presento a continuación era solucionar mis dramas laborales. Oh sorpresa, muy sutilmente me han ido levantando lascapas que ocultaban mi esencia… Y me llevaron hasta las raíces de mi árbol, desde donde he vuelto a tejer mi experiencia de vida para comprenderme y comprender mi entorno.Ahora todo encaja.​

Hooponopono

Una técnica ancestral Hawaiana que me acompañó dando el primer gran paso, cuando aún culpaba a mi entorno y pasado, era una víctima del sistema y la reina del drama.Hooponopono es “lo siento” por lo que sea que hay en mí que está creando este conflicto o problema y “gracias” por darme la oportunidad de sanarlo, limpiarlo.Hooponopono es tomar 100% de responsabilidad por todo aquello que ocurre en mi vida, si, hasta los problemas, los jefes tormento, los colegas saboteadores, los padres maltratadores, la escasez… Y también es tomar la responsabilidad por todas las maravillas que el universo nos ofrece, es una invitación a reconocernos creadores.Lo que más me pareció interesante del Hooponopono es que no tenía que sentir esa gratitud o amor en el fondo de mi corazón, sólo debía repetir la palabra “gracias”, o “te amo”,en esos momentos de crisis, en mitad de la pelea o tristeza.¿Crees que fue fácil? Pues para quien te escribe no lo fue al principio, aunque conocía la técnica y la teoría mi intelecto/ego no quería dar las gracias por lo problemas y menos decir “te amo” a los que yo creía que me atacaban.Pero me armé de valor y le gané a mi resistencia… ¿Qué crees? Hoy cuando mis demonios internos (ego) me atormentan, del fondo de mí brota ese sentimiento divino, reconozco en las situaciones y personas todas las oportunidades para sanarme, y lo agradezco desde la comprensión, es lo mejor que puede pasarme, sanar.

“No me quiero ir de esta dimensión sin haber hecho la tarea. Bienvenidos todos los temas a sanar”

Este fue sólo el primer paso, el desbloqueo y el inicio de la transformación de mi sistema de pensamiento y creencias.Y aunque mi despertar comenzó por mi vida laboral, que por cierto era un caos, con el tiempo y mi mejor amiga “la paciencia” comencé a comprender mi mapa, encontré mi brújula de sanación, que me sumergió entre las raíces de mi árbol, donde aún sigo comprendiéndome.Encuentra aquí todo lo que sé sobre Hooponopono, qué es, cómo se práctica, sus herramientas y oraciones.

Las Flores de Bach

Un año después de practicar el Hooponopono, se montaron al bus del autoconocimiento mis Flores de Bach, un sistema al que su mayor representante, el Dr. Stefan Ball, describe como medicina para las emociones.Cada tratamiento de este sistema floral abarca un estado emocional negativo específico estimulando la cualidad positiva correspondiente que permanece dormida dentro de cada uno de nosotros.Bien, comencé a tomar las flores atendiendo emociones de falta de confianza en mí, incertidumbre sobre qué camino tomar en la vida e inconformidad con mi aspecto físico.Las flores, como otras herramientas, comienzan atendiendo aquellas capas exteriores o emociones en la superficie, a lo que el mismo sistema llama “pelar la cebolla”.Lo más interesante del proceso con las flores es que es un camino de autoconocimiento y aceptación, y a medida que se va pelando la cebolla, unas emociones se van sanando y nuevas emociones vas comprendiendo.Así llegué a las emociones más temidas, esas que yo veía en las clases y decía “esa no soy yo, eso nunca me lo voy a tomar”.Y la vida, en su infinita sabiduría, presentó frente a mí esas situaciones para las que ella sabía yo ya estaba lista.Y regresaron mis padres al campo de juego. Los celos, el odio, el rencor, la envidia, todos me atropellaron.Pero esta vez pude mirarlos de frente, agradecer por la oportunidad que tenía para sanar.Esta vez no la iba a desaprovechar.Así que me di la oportunidad de sentir la ira con toda su furia, gritar como nunca antes lo había hecho, perder el control… “Ya estoy lista, ¿dónde están mis flores? Ya sé que se siente todo esto”.Sólo una vez necesité fundirme en esas emociones, para desfosificarlas y sanarme, y lo hice desde la plena consciencia frente a mis padres, fue hermoso, liberador, con muchas lágrimas, pero perfecto.Estas herramientas me llevaron desde la superficie hasta el fondo del asunto, el origen de mis emociones, miedos, inseguridades, que al tiempo proyectaban una realidad que me atormentaba.Aunque suene místico, sólo confié, y las respuestas comenzaron a llegar, todo comenzó a aclararse y los “por qués” comenzaron a ser respondidos.Así desperté.​

Conclusión

Hacer de tu árbol una brújula de sanación es una decisión valiente. Las herramientas que te presenté me han ayudado a comprenderlo en el tiempo, pero más allá de eso puedes:

Observarte, qué te duele, qué te altera, ahí tienes una oportunidad
Reconocer los patrones que se repiten en tu clan y darles sentido, ahí tienes otra oportunidad
Si tienes hijos preguntarte ¿Qué te preocupa de su vida, relación o futuro? Pues una oportunidad más

Espero que encuentres tu herramienta y que cuando llegues a tu árbol sea éste tu brújula de sanación. Creeme, es posible volver a tejer tu historia con amor desde la comprensión.​Te espero en los comentarios.

Acerca de Rossana Becerra
Rossana Becerra es la creadora del proyecto https://www.rossanabecerra.com en el que a través de técnicas de autoconocimiento y espiritualidad acompaña a mujeres que buscan equilibrar sus facetas como madres, esposas y profesionales.

Un REGALO de Rossana para ti:Descarga su guía gratuita “3 herramientas probadas para transformar tus frustraciones en experiencias satisfactorias»

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12 comentarios

  1. Gracias po el artículo de Rosana Becerra me ha llegado al fondo de mis emociones tanto que nada me había hecho llorar así

    1. Hola Paula, gracias por tu comentario. Si este artículo ha llegado hasta ti y te ha movido, ya estás lista, esa es la magia del Universo y de esa forma nos sorprende para que iniciemos nuestro propio camino de sanación.
      Un abrazo!

  2. iHola Rossana!
    Wow!! no dejas de sorprenderme 🙂
    Me encantó tu artículo, es muy inspirador para mi y llega en un momento clave, pues necesitaba esas palabras.
    Maravillosa frase y es lo que empezaré a aplicar:
    «Aunque suene místico, sólo confié, y las respuestas comenzaron a llegar, todo comenzó a aclararse y los “por qués” comenzaron a ser respondidos»
    Me quedo con ganas de leerte más y más….. 🙂

    1. Hola Tere, que gusto verte por aquí y gracias por tu comentario.
      Cuando confiamos le permitimos a la vida que nos muestre el camino, ella es educada y sólo habla o interviene si lo pedimos, de otra forma espera pacientemente mientras lo hacemos solos… Soltar y confiar es un arte, pero entre más lo practico, más experiencias maravillosas se generan.
      Estás lista para iniciar?
      Un abrazo!

  3. Gracias Saúl, como te expreso en el artículo ha sido un honor para mí escribir en tu Blog, un sueño cumplido.
    Profundamente deseo que tu mensaje y herramientas sigan expandiéndose por el mundo, llegando a las personas que necesitan esa luz de la consciencia.

    Un gran abrazo!

    Rossana

  4. Como siempre que te leo me encanta con esa naturalidad y desparpajo que escribes y expresando todo lo que llevas dentro para poder comunicarnos de una manera brutal… ENHORABUENA.. por confiar en tod@s los que te te leemos y llegas a nosotr@os tan especial e íntimo.
    Graciass

  5. Gracias rosana por darme una luz para comprender mi inseguridad y la falta de comprension de mi misma.Amo a Dios pero no me miro y amo a mi misma.Creo en Dios pero creo poco en mi misma…gracias

  6. WOW!!! LLEGUE A PENSAR ESTA ES MI HISTORIA. HE VENIDO ARRASTRANDO 4 GENERACIONES DE DOLOR ABANDONO SUFRIMIENTO RECHAZO MENOSPRECIO MALTRATOS. 4 GENERACIONES DE MUJERES PRIMERO MADRES SOLTERAS Y LUEGO CUANDO PARECIA QUE LA LUZ HABIA LLEGADO LOS DIVORCIOS Y SEPARACIONES. TU HISTORIA ME MOTIVA A PERSEVERAR. POR MI POR MIS 4 HIJAS POR MIS HERMANAS Y HERMANOS POR MI MADRE, PADRE Y TODOS LOS INVOLUCRADOS.
    MUCHAS GRACIAS.

  7. Gracias, gracias, gracias por este maravilloso artículo que llegó a cada fibra de mi ser, gracias por compartr tan bella experiencia de transformación. Lo ame

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